El cambio climático no solo es una amenaza para el medio ambiente y la vida humana, sino también para la estabilidad económica y financiera. Así lo advirtió el director del Fondo Soberano de Noruega, Nicolai Tangen, quien ha señalado que el calentamiento global y las transformaciones del mercado están provocando una presión inflacionaria que dificulta la tarea de los bancos centrales.
El Fondo Soberano de Noruega es el mayor inversor institucional del mundo, con una cartera de activos que supera los 1,460 millones de dólares. Su objetivo es preservar y aumentar el patrimonio de la nación nórdica, que proviene principalmente de los ingresos del petróleo y el gas.
Por un lado, existe una tendencia creciente a producir y consumir bienes más cerca de los mercados locales, lo que implica un aumento de los costos de fabricación y transporte. Esto se debe, en parte, a la pandemia de Covid-19, que ha evidenciado la fragilidad de las cadenas globales de valor y ha impulsado el proteccionismo y el nacionalismo económico.
El cambio climático está generando un efecto directo sobre la inflación, especialmente en lo que respecta a los precios de los alimentos. Un ejemplo es el aceite de oliva, cuyo precio se ha disparado debido a las sequías e incendios que han afectado los cultivos en países como España, Italia o Grecia. De igual forma ocurre con otros productos como las papas o la carne, cuya producción se ve amenazada por las olas de calor, las inundaciones y las plagas.
Productividad
La alteración climática no solo afecta a los precios, también la productividad. “Lo que es nuevo es que el clima también esté reemplazando la productividad. Por ejemplo en Europa, este verano ha sido tan caluroso que muchos trabajadores no han podido desempeñar sus labores durante las horas centrales del día. Además, apuntó que el turismo, uno de los sectores más importantes para la economía europea, también se ve perjudicado por los fenómenos climáticos extremos.
Estos factores hacen que sea muy difícil para los bancos centrales controlar la inflación mediante el ajuste de las tasas de interés. Sin embargo, las medidas adoptadas por las autoridades monetarias tras la crisis sanitaria han sido necesarias para evitar un colapso económico, situación que se repité en más de un país de la Unión Europea que están buscando controlar sobre calentamiento de la inflación.
Ante este escenario, las autoridades del banco central de Noruega exhorta por una mayor coordinación entre las políticas monetarias y fiscales, así como por una mayor inversión en tecnologías verdes que ayuden a mitigar los efectos del cambio climático y favorecer la transición hacia una economía baja en carbono.
Fuente: https://lasempresasverdes.com/como-impacta-el-cambio-climatico-a-la-inflacion/